No luchar contra la incomodidad.

Si no nos resistimos a lo que está sucediendo y lo tomamos como viene molesta menos.
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Nuestro malestar muchas veces viene de ahí... de no tener ganas de pagar algo, de no tener ganas de resolver algo, de no tener ganas de ir a trabajar, etc...
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Pero todo eso lo tenés que hacer igual y es más fácil si no te quedas cuestionándolo.
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Me refiero a aquellas cosas que son necesarias, de las que no podemos prescindir. (Las demás, ya hablamos que es importante escucharnos y afirmar o negar según nuestros propios deseos y no los de los demás).
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Así que... Mañana cuando suene el despertador te levantás y ya…, agradeciendo que empieza un día nuevo, que tenés trabajo, que estas sano, que estás vivo!
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Probalo y después me contás!